jueves, 13 de octubre de 2011

Sinceramiento catártico patológico (Por Eros Migraña)

Venía yo caminando muy contento en la mía por el centro. 
Haciéndome el lindo. 
Esto sería: caminar y cuando al pasar por al lado de un grupo de músicos callejeros con mucha onda continuar caminando al movimiento rítmico de sus melodías. Tan así que mi hermana me dice: "Podés dejar de bailar para que todos te miren". A unos pocos metros de ahí me cruzo con un indeseable.  De esos que uno considera que entraría perfecto dentro de la categoría de esta sección. La primera impresión fue: "Que flaco que está, la puta madre". Lo primero que me pasó por la cabeza fue "Ojalá que sea por alguna enfermedad" y después recapacite y dije "Ah no ...lo más probable es que se haya hecho una lipo". El individuo estaba sentado en un bar al aire libre tomando algo y en sus pies estaba su perro. De esos perros altos, flacos,  de pelos muy largos y claros que únicamente aparecen en las publicidades de productos superfluos dirigidos al segmento ABC1.
Yo sé que Uds. se preguntarán como una persona tan simple, sencilla, buena, caritativa, dadivosa, alegre, simpática y feliz como yo puede llegar a proferir semejantes elucubraciones tan negativas hacia una persona. La historia se remonta a un par de años atrás cuando el susodicho acusado  en cuestión pide conocerme con supuestos fines sentimentales. Ese encuentro se produce en apariencia de forma muy romántica. Durante la velada estuvo dos horas cantándome en vivo. Me pareció de una ternura increíble que me dedique todas esas canciones para mí. Luego me di cuenta que en realidad su egocentrismo era tan inmenso que sólo disfrutaba de escucharse a sí mismo. Mi presencia ahí era meramente circunstancial. Finalmente la historia terminó con la desaparición del personaje malvado de forma misteriosa. Yo cerré la historia y seguí para adelante. 

Luego conocí otra persona de características (casi) distintamente opuestas al malhechor anterior. También cantante y actor (WTF tengo con los artistas??....no aprendo más??) Venía todo bien hasta que nuestro Oráculo de la actualidad, el gran Facebook, que todo lo ve y todo lo sabe, expuso la complejidad de conexiones que se establecen en las relaciones que se dan en este microespacio del Cosmos que dejan la teoría de los 6 grados de separación reducida a patrañas. De esto surgió a la luz que el maléfico narcisista había sido la pareja de este pobre chico al mismo tiempo que él me “cantaba las canciones a mí”.  O sea, para ponerlo más literal, porque no sólo las féminas estarán leyendo este texto, y nosotros los hombres somos (muy) literales. Yo representaba la persona con la que su pareja le había metido los cuernos y ahora estaba “confraternizando” conmigo. Complejo, no? Por supuesto esa imagen no se puede remontar y no hay chances de nada. Sin embargo algunas cosas se pueden dejar atrás y una cierta amistad pudo quedar.
Bueno, la historia no termina ahí. En otra oportunidad me estaba conociendo con otra persona pero las cosas venían raras. El chico engañado con el que se había formado una cierta relación de amistad me consulta por esta persona que a través del Oráculo del siglo actual había dado con él. Me confirma que esa persona lo había contactado con fines íntimos al mismo tiempo que me estaba conociendo. Como todo esto daba a entender que el tercero estaba actuando de muy mala fe, el supuesto amigo me comenta que se encargó de ubicarlo al muchacho y me dice "No te preocupes. No va a molestar más". Yo en mi inocencia rogaba para que no haya actuado al estilo mafioso y lo haya despachado camino al cielo, pero resulta ser que al poco tiempo el Oráculo me informa que  no sólo estos dos habían seguido manteniendo el contacto sino que además se encontraban en una relación de noviazgo entre sí. Ahora la tecnología cibernética se encarga de mostrarme fotos de sus aventuras juntos...Que lindo momento no?
Se marearon???...bueno, entonces imagínense lo que es vivirlo. Queda más que evidente que la culpa de todo esto la tiene el Facebook.

1 comentario:

Naniática dijo...

"Me pareció de una ternura increíble que me dedique todas esas canciones para mí. Luego me di cuenta que en realidad su egocentrismo era tan inmenso que sólo disfrutaba de escucharse a sí mismo. Mi presencia ahí era meramente circunstancial"
Es tremendo.
El músico se ama más que Maradona a Dalma y Gianina.
Soy adicta a ellos también y me rehúso a internarme en granja de rehablitación.
Me rehúso a rehabilitarme!!
Una vez tuve que decirle a un rock star "Yo no quiero ser tu musa. Si querés una musa agarrá el teléfono y llama a la Vendetta"