¿Por qué cuesta hacer lo mejor para uno mismo?
¿Por qué seduce tanto la idea del caos?
¿Por qué eligir una y otra vez como si fuesemos nuestro propio enemigo?
¿Por qué no resignarse y aceptar que la esencia de los seres no cambia y que, por lo tanto, hagamos lo que hagamos las cosas simplemente son?
¿Por qué inmolarse una y otra vez por causas perdidas?
¿Por qué los que decimos amar la libertad permitimos que otros nos encadenen?
Muchos interrogantes, pocas respuestas ...
Tal vez, sea hora de dejar de buscar. Tal vez, no tenga mucho sentido enredarse así ... las cosas, por lo general, son mucho más simples de lo que creemos. Tal vez, sea uno el camino: PENSAR, DECIR Y ACTUAR en una misma dirección.
Ser coherentes, supongo que de eso se trata.
1 comentario:
Me interesa particularmente explotar esta zona del blog. Gracias Atenea!
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