viernes, 9 de diciembre de 2011

Abismo por Nerea Migraña

Nunca lo había vivido. La caída permanente, la sensación de vacío interminable. Me muero si nos separan. La necesito tanto como el mismo aire que respiro. Mi vida no tendría ningún sentido sin ella, no habría razón para vivir. Nos tenemos, estamos juntas y nos tenemos. Pero el solo hecho de pensar la posibilidad de separación me estremece.
No tengo registros de algo similar. Este sentimiento que pocas veces experimentamos en la vida, es uno de los más intensos, por que no, el más intenso que me ha tocado atravesar desde que estoy en este mundo.
Pasamos por tantas pruebas, tantas cosas nos hacen resbalar. Y sabemos que podemos y que somos fuertes, que estamos preparados, pero cuando llega el momento nos sentimos como bebés indefensos necesitando absolutamente todo para poder seguir. Y a pesar de tener los recursos para salir, a pesar de poder pensarlo y saber que se puede, la sensación del abismo interminable vuelve a apoderarse de todo, por momentos.
Esta dependencia mutua, esta simbiosis absolutamente necesaria, no es otra cosa que la continuación simbólica de una verdadera unión de cuerpos. Esa que atravesamos con la mayor de las felicidades, sintiéndonos (como nunca en la vida) totalmente completas. Y cuando llega el momento, que no siempre es el adecuado, el tremendo dolor es también absolutamente necesario. Si no hay dolor, no habría posibilidad de separación. Ese dolor se siente en el cuerpo como si faltara oxígeno en el aire.
Ese dolor ineludible retorna y se inmiscuye en mis días desde aquel momento, para recordarme una y otra vez que estamos vivas y que ahora somos dos formando  parte de este mundo.

3 comentarios:

Minerva Migraña dijo...

Una belleza Nerea!!! Me emociono

Nerea Migraña dijo...

Gracias Minerva por compartir, entender y permitir los sentimientos profundos del alma de una integrante Migraña latiendo en crudo y al rojo vivo.

Cibeles dijo...

emocionante Nerea!!!!